Actualmente si le preguntas a alguien medianamente conocedor del mundo de las plataformas de streaming acerca de una serie macarra de superhéroes, con tintes más "realistas" en cuanto al comportamiento de esos pintorescos personajes con capa, sin duda alguna diría The Boys. Pero antes de la exitosa serie de Prime Video, allá por el 2006 comenzó a publicarse un cómic con el mismo nombre, destacando por ser muy gamberro, estar excelentemente narrado y aún mejor dibujado.
Para un lector veterano esta historia se puede catalogar como mínimo, de excelente en muchos aspectos (y no solo en burlarse de los supers, gracias al tan profundo amor que su guionista Garth Ennis siente sobre ellos). Los personajes, el mundo, la ambientación, la narrativa y la puesta en escena a través de un Darick Robertson sublime a nivel artístico, hacen que esta sea una gran serie de superhéroes para leer de principio a fin. Aunque en las primeras viñetas tiene una rápida ejecución para hacer conocer al lector sobre la historia que se intenta contar, en los números posteriores la serie se desdibuja un poco debido a la excesiva necesidad de burla/parodia constante al medio de los personajes con mallas. No obstante, conforme van transcurriendo los capítulos, esa parodia no solo se vuelve algo continuo, sino que tiene un propósito, siendo este el de contar una historia muy bien hilada, con personajes interesantes, entrañables en ciertos aspectos y con trasfondos lo suficientemente rompedores como para enganchar al lector a seguir descubriendo más sobre este mundo tan variopinto. Del mismo modo, la trama va avanzando hasta ser cada vez más intrigante al no saber qué sucedera después o cómo acabará cada personaje protagónico.
Dicho todo lo anterior, y pese a que en multitud de historias la mejor parte es el viaje que se produce cuando ves crecer a los personajes y tomar forma una historia, siempre puede verse perjudicado si el final no está a la altura. Sin embargo, este no es el caso, ya que nos encontramos con un cierre digno de todo lo que se cuenta en la obra, con sentido dentro de la propia historia, estando bien cimentados desde un inicio, dando ciertas pistas durante todo el transcurso de la misma.
En conclusión, The Boys (el cómic) una obra que pocas veces se tiene la oportunidad de leer, siendo sublime en muchos aspectos, destacando desde la maravillosa la trama por cortesía del excelente Garth Ennis, hasta los personajes y la narrativa del propio Darick Robertson a la hora de contar la historia a través de su dibujo dinámico, siendo destacable como único punto negativo ese arrance algo torpe debido a la necesidad de burla constantey ganas de remarcar la parodia hacia los superhéroes. Ya sabes, si te viste la serie de Prime Video y te quedaste con ganas de más, ve a tu tienda de cómics de confianza y empieza a leer esta obra, no te arrepentirás.
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