No cabe la menor duda de
que el superhéroe conocido por todos como ¨El caballero oscuro¨, es el más
popular entre todos, lo que convierte a sus enemigos en también de los más
reconocibles del mundo de las viñetas.
Hoy no estamos aquí para hablar
de este hombre encapuchado, sino más bien todo lo contrario, ya que nos
disponemos a debatir sobre su némesis, es decir, sobre el Joker, el villano más
icónico e importante del ¨noveno arte¨.
Tras mucho tiempo de
especulación, por fin se ha estrenado en salas de cines la película de este
personaje tan peculiar, que, sin duda va dar temas de conversación ya que, en
este caso, se lleva todo el protagonismo al no tener la presencia de su némesis
por excelencia. Puestos en materia, hablemos del film que se acaba de estrenar.
Hay que empezar diciendo
sin ningún tipo de pestañeo, que ¨Joker¨ es una de las grandes películas de
este año 2019, la cual presenta ciertos apartados que son dignos de un
sobresaliente, destacando algunos aspectos como la interpretación del actor
protagonista, la banda sonora y la fotografía.
En tema de guion y trama
principal, nos encontramos ante una historia sobre la vida de una persona que
sufre serios problemas mentales y a la cual lo único que saben hacerle, es
darle palos allá por donde vaya. Es increíble el nivel de intensidad a la hora
de contar la historia, ya que, pese a no contener acción, te va enganchando al
querer conocer más cómo irá sucediendo el desarrollo de los acontecimientos y
la transformación definitiva a la locura de este Arthur Fleck. Se puede
considerar como un ensayo a las enfermedades mentales y los motivantes que
pueden desencadenar un empeoramiento.
A la hora de la
construcción de personaje que se hace en la película, hay que destacar a
Joaquin Phoenix como actor principal, ya que se nota que se ha metido a
conciencia en el papel, gracias a sus gestos, articulaciones, expresiones, etc.
Logra conseguir de muy grata manera que nos creamos que es alguien con serios
trastornos mentales, así como sobresalir en esa transformación hacia la
perdición.
Entrando en tema de
fotografía, no se puede comentar más que lo evidente pues es uno de los grandes
apartados del film, viéndose un contraste de luces y sombras según qué
personajes, al igual que la paleta de colores usada, reflejando el paso hacia
la perdición.
La banda sonora, sin
tener muchos temas originales, también es de aplaudir debido a que se consigue
meter al espectador de lleno en la historia que se está llevando a cabo, es
decir, logra transportar la sensación de realidad y tensión a la película.
La acción, sin embargo,
es prácticamente nula, lo que es de agradecer ya que, el film se centra más en
la construcción (o mejor dicho deconstrucción) de Arthur Fleck, siendo sólo un
recurso más para demostrar este cambio que se produce.
En conclusión, estamos
ante una gran película de carga dramática que consigue una evolución natural
hacia la transformación del Joker, destacando algunos apartados técnicos como
la fotografía, banda sonora y la interpretación del actor protagonista. Se
demuestra que, si se hacen bien las cosas, no hace falta la introducción de un
héroe para poder lograr que su villano tenga un objetivo claro, ya que en este
caso el Joker se sostiene por sí mismo, no necesitando ayuda alguna para
sobresalir una vez más como uno de los mejores némesis del noveno arte gracias
a esta adaptación en el séptimo.


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