Spider-Man es uno de los personajes más populares de la cultura popular, eso es algo que se puede ver a simple vista, al igual que es el más famoso de todo el repertorio de superhéroes que tiene ¨La Casa de las Ideas¨. Esto significa que cada vez que sale algún nuevo producto relacionado con su universo, un montón de personas están atentas y expectantes para ver si el resultado que se ofrece es bueno, así como si hace o no honor a alguien tan importante con tantas historias y años a sus espaldas, desde su primera aparición en 1962.
En este contexto, nos disponemos a hablar de la ya segunda entrega de la tercera encarnación del personaje en la gran pantalla (no contaremos a Nicholas Hammond por obvias razones), que tras ya estar incorporada al UCM y tener una primera película que dividió a algunas personas, el pasado día 5 de julio, la colaboración de Marvel Studios con Sony, se dispuso a traer una secuela, así que sin más que añadir, dispongámonos a hablar de ella, eso sí, sin entrar en materia de spoilers, pues mucha gente puede no haberla visto.
Siguiendo los sucesos del fin de ciclo que supuso ¨Vengadores Endgame¨, nos encontramos ante un cierre de la denominada ¨Saga del Infinito¨, funcionando un poco a modo de epílogo de la última película de ¨Los Héroes Más Poderosos De La Tierra¨. En resumidas cuentas, nos vamos a encontrar con la primera película del trepamuros fuera de Nueva York, algo que se agradece bastante, para ver cómo el personaje explora otros rincones del mundo, lo que se consigue de grata manera, dando diversas situaciones que se deberán de enfrentar a lo largo de las 2 horas y 9 minutos del film.
Entrando ya en materia, podemos ver que estamos ante un producto solvente, que en su conjunto funciona de grata manera, aunque sin ser demasiado arriesgado en algunos aspectos, no queriendo entrar en terrenos menos inexplorados. La historia que se nos presenta está bien construida, presentando situaciones diversas, pero sin dejar de ser una trama lineal con sus giros argumentales, que hay que decir, que son demasiado obvios para cualquier lector del lanzarredes, ya que en todo momento, aunque son adaptaciones, se puede ver el patrón seguido y saber ciertos detalles (simplemente una ventaja que da el conocer el material de origen, pero que para nada quita el disfrute de cualquier otra persona).
Hablando de los personajes, hay que destacar las interpretaciones de Tom Holland como nuestro amigo y vecino Spider-Man/Peter Parker, así como Jake Gyllenhall que interpreta a un gran Quentin Beck, alias Mysterio. En tema del resto de secundarios, quitando las solventes participaciones de Samuel L. Jackson como Nick Furia y de Marisa Tomei como la Tía May, poco o nada más se puede rescatar, pues nos encontramos otra vez con personajes secundarios que apenas ofrecen varios chistes fáciles y humor absurdo, lo que conllevan a ser olvidables, más allá de un recurso de comedia como decimos. Ya no vayamos a compararlos con sus contrapartidas comiqueras, pues apenas son prácticamente guiños, ya que sus personalidades e importancia son muy bajas. Teniendo en cuenta esto, luego el interés amoroso de Peter, en este caso Michelle Jones (Zendaya siendo la actriz que le da vida), se ha dicho que es un personaje nuevo y nada se parece a Mary Jane, aunque la química que se presenta en la pantalla llega a ser casi nula, siendo menos que la que tienen Holland y Gyllenhall.
El humor como hemos dicho de forma breve con anterioridad, si bien funciona en algunos momentos, hay una gran cantidad de el, que juega en contra en la primera mitad de la cinta, ya que es llevado por los personajes de apoyo (por lo que nada más es humor fácil y absurdo), dejando en peor evidencia que no se les debería haber dado tanto protagonismo en esta primera mitad.
La banda sonora a su vez sirve para acompañar de forma bastante decente el desarrollo de los acontecimientos, pero sin ser algo para quitar el aliento pues aunque acompaña, no es memorable, quitando algún que otro tema. Una pena, pues siempre las películas del trepamuros se han caracterizado por gozar de una excelente composición.
Los efectos visuales son los mejores vistos en un film del lanzarredes, demostrando que se han aprendido de errores cometidos en la anterior entrega, en la cual no estaban muy bien pulidos. Las escenas de acción son para quitar el aliento en más de una ocasión, sobretodo en el tramo final, pues se nota que se le ha dado un mayor énfasis a esta parte. En especial se pueden destacar escenas con Mysterio, el cual usando sus habilidades de ilusión logra crear grandes momentos, así como Spider-Man, al ser muy ágil y rápido.
Siendo este blog principalmente dedicado a Spidey, vamos a extender los pensamientos sobre esta versión que nos presentan.
La verdad es que como se ha mencionado con anterioridad, Tom Holland hace un papel increíble, pero no se libra de ciertos errores que hay que atribuir a la dirección del personaje, pues si bien su Spider-Man es para quitar el aliento debido a la forma de moverse y actuar, recordando al de los cómics (aunque casi sin contar chistes, siendo más serio, algo que no acaba de convencer), el problema está en el retroceso en cuanto a la maduración de Peter Parker, pues si bien es verdad que pese a opiniones diversas, en ¨Homecoming¨ se presenta una maduración, que aquí se ve echada por alto para que se cometan más errores e imprudencias que pongan en peligro la vida de otras personas, sólo por el simple hecho de hacer que la historia funcione. Este aspecto hay que decir que según lo que uno conozca al personaje y con qué expectativas vaya al cine, le puede molestar más o menos.
Por último hay que decir que las escenas post-créditos son para quitarse el sombrero, pues en especial la primera de ellas se la podría catalogar como la mejor escena post-créditos (o más bien mid-créditos) de una película de Marvel en general, pues deja sentadas las bases para una futura entrega que sin duda llegará con un nuevo acuerdo entre Marvel Studios y Sony (en unos días se comentarán dichas escenas en este mismo blog, así que no os lo perdáis).
En conclusión, estamos ante una película muy buena del trepamuros que pese a tener ciertos ¨peros¨, es un producto muy disfrutable y que sirve para pasar un buen rato, así como para dejar a más de uno con la boca abierta por su increíble clímax y sus maravillosas escenas post-créditos.





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