Era el año 2017. Habían pasado 17
años desde el estreno de la primera cinta de X-Men, dirigida por Bryan
Singer, en la que debutaba un joven Hugh Jackman como el mutante de
garras de adamantium más famoso de Marvel Comics. Tras más de una década
interpretando al personaje y siendo el estandarte de la franquicia de X-Men
en el cine, era momento de que este actor se despidiera para siempre (o al
menos ese era el plan, pues en 2024 volvería a ponerse las garras) de Lobezno.
En esta ocasión, y un año después del estreno de Deadpool, la
película que permitió hacer ver a 20th Century Fox que los largometrajes
para mayores de 18 años podían ser rentables, llegaría a cines de todo el mundo
la décima entrega de los mutantes en la gran pantalla. Se estrenó entonces
Logan, el cierre de la trilogía de Lobezno. No obstante, y pese a duras
negociaciones para hacer la película, incluyendo que Hugh Jackman
redujera su sueldo para poder hacer la cinta más rentable para el estudio,
¿sería esta la mejor entrega de la franquicia o un final agridulce para todo un
legado de más de una década de películas?
Es aquí cuando los espectadores
se adentraron a contemplar el siguiente paso en el rompecabezas de la
franquicia mutante. Para este filme volvería nuevamente el director James
Mangold, quien ya había trabajado como tal en la anterior cinta del
personaje, Lobezno: Inmortal. Sentando las bases de la historia
en un futuro cercano donde ya no nacen más mutantes y los existentes están al
borde la extinción, se presenta un nuevo universo alternativo al de las
anteriores entregas de la franquicia. Aquí, un avejentado Logan, cuyo
factor curativo apenas funciona, se tiene que adentrar en un viaje por todo
Estados Unidos para salvar a una niña con sus mismas habilidades.
La historia principal, ideada por
el propio James Mangold y cuyo guion (nominado a los premios de la
Academia, conocidos comúnmente como los Oscar) estaría escrito por él mismo, Michael
Green y Scott Frank, adapta libremente el cómic El Viejo Logan
de Mark Millar (guion) y Steve McNiven (dibujo). En esta historia
se presenta a un ya mayor y retirado Lobezno, que tiene que realizar un
viaje en carretera por todo Estados Unidos para salvar a su familia, mientras
se encuentran con un sinfín de personajes del Universo Marvel, 50 años
después de que los villanos dominaran el país y Logan se prometiera a sí
mismo no sacar las garras nunca más. James Mangold en la película, y al
no tener los derechos cinematográficos de la mayoría de personajes de La
Casa de las Ideas, presenta una historia más contenida y personal. Aquí Logan,
un antiguo X-Men, cuida del Profesor Xavier, quien se encuentra
con una enfermedad cerebral degenerativa en sus últimos años de vida. Debido al
peligro que supone que la mente más poderosa del planeta esté con un serio
deterioro cognitivo, Logan mantiene a Charles encerrado para
contener sus poderes, pues si se descontrolan, podría acabar nuevamente con la
vida de varias personas. Es entonces cuando una joven aparece en sus vidas
escapando de un grupo militar. Logan, quien no quiere involucrarse al
tener como único objetivo reunir dinero y comprar un barco para Charles
y él y esperar a que este fallezca para él suicidarse, acaba viéndose
involucrado con la niña llamada Laura. Es en este instante, cuando
comienza una gran travesía por el país para poder llevar a la joven mutante a
un refugio con sus amigos, debido a que están escapando de una empresa que los
creó con el único objetivo de servir como armas vivientes. Huelga decir que, en
esta ocasión, la historia presentada es sobresaliente, pues no solo logra crear
una buena atmósfera y tener un excelente desarrollo de personajes, sino que
mediante la simpleza de su narrativa como road movie (película de
carretera), consigue exponer un montón de elementos pocas veces explorados en
una cinta basada en cómics. El ritmo es bastante dinámico pese a sus más de dos
horas de duración y con una maestría en el guion, se consiguen no solo momentos
con una increíble carga dramática, sino también con un poco de humor, muy bien
integrado en la historia. Además, el cierre que realiza del protagonista es
sublime, culminando así una etapa de casi dos décadas de un personaje tan
emblemático como lo es el de Lobezno de Hugh Jackman. Sin
embargo, y pese a que la historia es sobresaliente, presenta algún que otro
pequeño agujero de guion, aunque nada muy destacable y que puede ser fácilmente
pasado por alto gracias al resto de elementos. A su vez, hay que destacar que
en el final se termina de concluir de manera poética una predicción de la
anterior entrega, uniéndolas de manera sublime.
Con respecto a los personajes,
hay que destacar nuevamente el increíble trabajo que realiza Hugh Jackman
como Logan/X-24, pues en este largometraje realiza en materia
interpretativa su mejor papel como el mutante de las garras de adamantium. Del
mismo modo, el resto del casting en líneas generales es sobresaliente,
presentando nuevamente a Patrick Stewart como el Profesor X,
quien al igual que Hugh, realiza su mejor versión del personaje; a Stephen
Merchant como un redimido Caliban, antiguo rastreador de mutantes e
introduciendo por primera vez a la actriz hispano-británica Dafne Keen,
quien realiza un papel sobresaliente y lleno de matices, además de tener una
química impresionante con Patrick Stewart y Hugh Jackman. Por
otro lado, cabe mencionar a Boyd Holbrook (Donald Pierce) y Richard
E. Grant (Zander Rice), los antagonistas de la cinta, quienes a pesar de no
realizar un trabajo a la altura de los anteriores mencionados, cumplen con su
cometido al entregar una interpretación más que correcta.
En cuanto a los efectos
especiales y secuencias de acción, el espectador se encuentra una vez más con
un producto sobresaliente. En esta ocasión, el CGI combinado con efectos
prácticos logra plasmar una visión cruda y realista de estos personajes en un
mundo real y desolado, no teniendo escenas que destaquen de forma negativa en
este apartado. Además, las secuencias de acción son un deleite audiovisual,
presentando escenas impresionantes y que aprovechan todo el potencial guardado
durante tantos años para con Lobezno, desatándolo y plasmando sus
movimientos como si estuviera sacado de un cómic. Escenas como la batalla final
contra el grupo de los Cosechadores (Reavers) o la del inicio contra los
ladrones mexicanos, son claros ejemplos de lo mencionado.
Referente a la banda sonora, el
producto presentado no podría ser mejor. Realizada por Marco Beltrami,
al igual que la de la anterior cinta de la trilogía, se entrega un conjunto de
melodías excelsas, las cuales denotan el sentimiento de soledad y depresión del
mundo en el que viven los personajes, pero con ligeros toques de esperanza. El
tema principal es frenético y tenso, involucrando al espectador en la historia
presentada.
En conclusión, Logan es una
película sobresaliente que concluye por todo lo alto la historia de Hugh
Jackman con el personaje (o al menos hasta ese momento). No solo presenta
una historia sobresaliente, sino que el casting, en especial Hugh Jackman,
Patrick Stewart y Dafne Keen, realizan interpretaciones
brillantes que, sumado a un buen uso de los efectos especiales, unas buenas
secuencias de acción y una increíble banda sonora, crean la que es hasta hoy,
no solo la mejor cinta de los mutantes más famosos de Marvel, sino una
de las mejores películas basadas en cómics.
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