Era el año 2016. Habían pasado 2
años desde la última producción cinematográfica de la franquicia de X-Men
de la mano de 20th Century Fox. Esta última entrega producida no era
otra más que X-Men: Días del Futuro Pasado, cinta que hasta ese
momento había conseguido el puesto merecido de ser la película con una mayor
recaudación de toda la saga de los mutantes de Marvel (746 millones de
dólares). No obstante, esto cambiaría en 2016, pues Deadpool se
estrenaba en cines a nivel mundial en febrero de ese año. Con un presupuesto de
58 millones de dólares, además de presentar una clasificación para mayores de
18, consiguió recaudar 782,6 millones de dólares en todo el mundo, no solo
ostentando el título de la película para mayores de edad con mayor recaudación
hasta ese entonces, sino también siendo no solo la que más había recaudado,
sino también el mayor éxito financiero de la franquicia. Huelga decir que para
el estudio fue una grata sorpresa, debido a que Ryan Reynolds, el actor
que da vida al protagonista y que lo interpretó por primera vez (aunque el
personaje no tuviera nada que ver) en la infame cinta X-Men Orígenes:
Lobezno, llevaba años intentando sacar adelante una película en
solitario de Deadpool, que nunca se conseguía debido a la negativa del
estudio, pese a haber mostrado una escena como material de prueba para la
creación del filme. No fue hasta el 27 de julio de 2014, que
"accidentalmente" se filtró en Internet dicha prueba, quedando entonces
un montón de personas entusiasmadas ante el posible proyecto y forzando al
estudio a dar luz verde al mismo, pero con un presupuesto ínfimo ante la poca
confianza que se tenía en la cinta. Es así como nació una película que no
tendría que haber sucedido, pero ¿fue dicho estreno todo un acierto
cinematográfico o, por el contrario, fue un error?
Como bien se comentaba en líneas
previas, los espectadores de casi todo el mundo contemplaron en el año 2016 el
estreno de Deadpool (países como China prohibieron el estreno de
la película), cinta que supuso un antes y un después en el subgénero de
adaptaciones de cómic a la gran pantalla, debido a la enorme acogida que tuvo
por parte del público, además de respetar las bases de un personaje tan
característico como lo es Wade Wilson/Deadpool (conocido en España hasta
entonces como Masacre). Aquí jugaron un papel fundamental tanto Reynolds
como Tim Miller, el director del filme, haciendo ambos posible la
materialización de la película.
La historia principal (guionizada
por Rhett Reese y Paul Wernick) comienza, al igual que el
material filtrado de 2014, con el protagonista hablando directamente al
espectador, en lo que se conoce como "rotura de la cuarta pared",
antes de saltar a la acción para eliminar a un grupo de asesinos. Siguiendo
esta narrativa y adentrando al espectador en la historia, se van alternando
flashbacks donde se cuenta el origen del protagonista, con la batalla en la
autopista hasta que el villano principal consigue escaparse de la misma. A
partir de ahí, la historia continúa de forma lineal hasta el final, narrándose
cómo Wade tiene que hacer frente a su némesis para conseguir vengarse de
quienes le convirtieron en Deadpool, además de evitar el asesinato de su
exnovia Vanessa. Es importante recalcar que en materia narrativa tampoco
es una cinta que sobresalga en demasía, pues no solo presenta cambios bruscos
para contar el origen del personaje durante la primera hora de la cinta, sino
que también la historia en cuestión sigue unos patrones estándares de película
de romance, acción y venganza. No obstante, este apartado se encuentra
potenciado gracias al carisma de la mayoría de actores y actrices del reparto,
además de un humor negro bastante bien trabajado y que sorprendió a propios y
extraños en su estreno.
Los personajes, siguiendo la estela de lo mencionado, son de lo mejor de la producción. En especial, hay que destacar el increíble papel que realiza Ryan Reynolds como "El Mercenario Bocazas", pues sin duda alguna sin él la película no sería posible. No solo se debe a la perfecta simbiosis entre su persona y el propio personaje, sino que el carisma que transmite en pantalla es lo que sin duda sostiene toda la cinta, gracias a la continua generación de chistes y ocurrencias, muy características del personaje de los cómics y que se traslada a la perfección a la gran pantalla. Del mismo modo, Ryan está acompañado de platos fuertes interpretativos como lo son T. J. Miller (Comadreja, el mejor amigo de Wade), Leslie Uggams (Al, la ciega) y Morena Baccarin (Vanessa), con los que presenta una química excepcional. Además, la participación de Stefan Kapičić (Peter Rasputin/Coloso) y Brianna Hildebrand (Cabeza Nuclear Adolescente Negasónica), sirve para reforzar al protagonista cuando los dos primeros no pueden aparecer en pantalla. No obstante, sin duda alguna, lo peor de la cinta es el villano y su acompañante, siendo ambos interpretados por Ed Skrein (Francis/Ajax) y Gina Carano (Christine/Angel Dust) respectivamente, los cuales, y pese a realizar una interpretación correcta, no sobresalen en lo más mínimo, siendo eclipsados por el resto del elenco debido a ser villanos genéricos sin personalidad.
Referente a los efectos
especiales y secuencias de acción, hay que aplaudir al respecto, pues pese a no
tener los mejores efectos, son bastante solventes y cumplen con su función,
sirviendo casi principalmente como un acompañamiento, debido a que está casi
todo realizado con efectos prácticos, lo cual ayuda a hacer más creíble la
historia. Además, las secuencias de acción son muy imaginativas y es otro de los
mejores apartados de la cinta.
En relación a la banda sonora,
hay que dar un punto positivo nuevamente, pues presenta temas magníficos y
bastante reconocibles, generalmente a través de canciones compuestas
exclusivamente para el largometraje, teniendo algunas como el "Deadpool
Rap" (Teamheadkick) que se siguen recordando a día de hoy.
En conclusión, Deadpool
es una muy buena película que, si bien presenta elementos que no son perfectos
como una historia muy simple y unos villanos genéricos, logra cimentarse como
un gran producto audiovisual gracias a la interpretación y carisma de Ryan
Reynolds, el cual está acompañado de un gran elenco de actores y actrices,
además de una buena banda sonora, secuencias de acción y efectos visuales,
denotando que cuando algo se hace con cariño y por y para fans, salen grandes
obras que se recuerdan durante años.
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